Per la Sobirania Alimentària i contra els productes transgènics
Esta semana del 12 al 18 de abril se está celebrando en todo el mundo la semana de la lucha campesina. Se han celebrado muchos actos repartidos por todo el Estado para defender los intereses y profesiones de los agricultores. El acto culminal tuvo lugar en Madrid con una manifestación multitudinaria en contra del cultivo de los alimentos transgénicos. En el contexto de esa semana, la Colla Ecologista d’Almassora, junto con la Xarxa d’Agroecologia de Castelló i la ONG ACSUD organizaron el pasado día 15 de abril una mesa redonda entorno a la Soberanía Alimentaria, es decir, el derecho de los pueblos a decidir lo que quieren producir, comprar y comer y los métodos de producción, siendo ellos mismos propietarios de los recursos alimenticios.
La Soberanía Alimentaria implica autosuficiencia local o regional y producir de acuerdo a los principios de la sostenibilidad. El problema que existe en la actualidad es que hemos perdido la Soberanía Alimentaria. En Europa el mercado de alimentos se encuentra cada vez más concentrado. En España, el 82 % de las compras de alimentos se realiza en las grandes superficies (super, hiper y discount), como Carrefour y Mercadona. Así, son ellas las que gobiernan el mercado. Ellas imponen los precios a los agricultores y ellas controlan a los consumidores.
Se da la paradoja de que, a pesar de que el agricultor percibe cada vez menos dinero por su cosecha, el precio de los alimentos no para de aumentar, así que las grandes cadenas cada vez tienen más margen, mientras el productor se empobrece o arruina. Además, el mercado de alimentos se está convirtiendo en insostenible ambientalmente.
Así, no nos extraña encontrar todo tipo de productos fuera de la temporada de cultivo, por ejemplo. Deberíamos reflexionar sobre la procedencia de lo que comemos, y ser conscientes de que cuánto más lejos sea su origen, más bajo será su contenido en nutrientes debido a que se ha recolectado más inmaduro. Cada quilo de espárragos que venga del Perú habrá generado más de 10 kg de CO2 para su transporte. En cambio si consumimos como alternativa alcachofas de Benicarló, apenas se habrán generado 0,02 kg de CO2 por quilo de producto.
Pero toda esta información queda oculta al consumidor. Si no reflexionamos nos manipulan por su mero beneficio y la única información que nos ofrecen es el precio. Existen muchas razones para comprar productos locales y en las tiendas o mercados tradicionales ya que contribuye a la economía local, al mantenimiento de la cultura agraria, a un consumo energético menor y a que comamos productos madurados en las propias plantas y por tanto más sabrosos y nutritivos.
En la mesa redonda también se habló de las posibilidades que tiene la Plana de crear sellos oficiales de calidad, como una denominación de origen para las naranjas y que actualmente no se aprovecha.
Si no revalorizamos nuestro producto, el futuro de nuestra agricultura será desaparecer frente a otras regiones y países que producen en latifundios y con costos de producción menores. Nuestra agricultura está quedando desprotegida frente a la exterior por culpa de la supresión de aranceles a las importaciones de fuera de la CEE y la eliminación de las ayudas a la exportación. Pero tenemos la ventaja de que nuestro producto es mejor y eso tenemos que aprovecharlo creando sellos de calidad que identifiquen nuestra producción con nuestro territorio. Por otro lado, la posibilidad de la conversión a cultivo ecológico abre nuevos y muy fructíferos mercados a nuestros productos.
La Xarxa d’Agroecologia de Castelló es una asociación compuesta por agricultores ecológicos, consumidores y técnicos que intercambian conocimientos, semillas, maquinaria, etc y que trabajamos para apoyar la Agricultura Ecológica en Castellón y obtener a largo plazo la Soberanía Alimentaria mediante productos ecológicos y locales. Organizamos debates/reuniones una vez al mes e intentamos avanzar poco a poco hacia un sistema más sostenible y amable con el medio ambiente. También organizamos cursos de apoyo al agricultor.
En definitiva, si queremos apoyar el futuro del sector agrario deberemos consumir alimentos locales y de temporada, alimentos producidos de forma respetuosa con el medio ambiente y que comporten una remuneración digna para los integrantes en la cadena de producción. Si elegimos alimentos elaborados, el procesamiento tendrá que haber sido lo más próximo al productor y nunca por las empresas multinacionales. Asimismo deberemos apoyar el comercio local y evitar las grandes cadenas comerciales. El futuro está en manos del consumidor y tenemos que ser conscientes de que con cada compra estamos decidiendo qué modelo de producción y distribución queremos y el porvenir de nuestra huerta.
Colla Ecologista d’Almassora
La Soberanía Alimentaria implica autosuficiencia local o regional y producir de acuerdo a los principios de la sostenibilidad. El problema que existe en la actualidad es que hemos perdido la Soberanía Alimentaria. En Europa el mercado de alimentos se encuentra cada vez más concentrado. En España, el 82 % de las compras de alimentos se realiza en las grandes superficies (super, hiper y discount), como Carrefour y Mercadona. Así, son ellas las que gobiernan el mercado. Ellas imponen los precios a los agricultores y ellas controlan a los consumidores.
Se da la paradoja de que, a pesar de que el agricultor percibe cada vez menos dinero por su cosecha, el precio de los alimentos no para de aumentar, así que las grandes cadenas cada vez tienen más margen, mientras el productor se empobrece o arruina. Además, el mercado de alimentos se está convirtiendo en insostenible ambientalmente.
Así, no nos extraña encontrar todo tipo de productos fuera de la temporada de cultivo, por ejemplo. Deberíamos reflexionar sobre la procedencia de lo que comemos, y ser conscientes de que cuánto más lejos sea su origen, más bajo será su contenido en nutrientes debido a que se ha recolectado más inmaduro. Cada quilo de espárragos que venga del Perú habrá generado más de 10 kg de CO2 para su transporte. En cambio si consumimos como alternativa alcachofas de Benicarló, apenas se habrán generado 0,02 kg de CO2 por quilo de producto.
Pero toda esta información queda oculta al consumidor. Si no reflexionamos nos manipulan por su mero beneficio y la única información que nos ofrecen es el precio. Existen muchas razones para comprar productos locales y en las tiendas o mercados tradicionales ya que contribuye a la economía local, al mantenimiento de la cultura agraria, a un consumo energético menor y a que comamos productos madurados en las propias plantas y por tanto más sabrosos y nutritivos.
En la mesa redonda también se habló de las posibilidades que tiene la Plana de crear sellos oficiales de calidad, como una denominación de origen para las naranjas y que actualmente no se aprovecha.
Si no revalorizamos nuestro producto, el futuro de nuestra agricultura será desaparecer frente a otras regiones y países que producen en latifundios y con costos de producción menores. Nuestra agricultura está quedando desprotegida frente a la exterior por culpa de la supresión de aranceles a las importaciones de fuera de la CEE y la eliminación de las ayudas a la exportación. Pero tenemos la ventaja de que nuestro producto es mejor y eso tenemos que aprovecharlo creando sellos de calidad que identifiquen nuestra producción con nuestro territorio. Por otro lado, la posibilidad de la conversión a cultivo ecológico abre nuevos y muy fructíferos mercados a nuestros productos.
La Xarxa d’Agroecologia de Castelló es una asociación compuesta por agricultores ecológicos, consumidores y técnicos que intercambian conocimientos, semillas, maquinaria, etc y que trabajamos para apoyar la Agricultura Ecológica en Castellón y obtener a largo plazo la Soberanía Alimentaria mediante productos ecológicos y locales. Organizamos debates/reuniones una vez al mes e intentamos avanzar poco a poco hacia un sistema más sostenible y amable con el medio ambiente. También organizamos cursos de apoyo al agricultor.
En definitiva, si queremos apoyar el futuro del sector agrario deberemos consumir alimentos locales y de temporada, alimentos producidos de forma respetuosa con el medio ambiente y que comporten una remuneración digna para los integrantes en la cadena de producción. Si elegimos alimentos elaborados, el procesamiento tendrá que haber sido lo más próximo al productor y nunca por las empresas multinacionales. Asimismo deberemos apoyar el comercio local y evitar las grandes cadenas comerciales. El futuro está en manos del consumidor y tenemos que ser conscientes de que con cada compra estamos decidiendo qué modelo de producción y distribución queremos y el porvenir de nuestra huerta.
Colla Ecologista d’Almassora
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada
Podeu fer tota mena de comentaris sempre que siguen respectuosos i empreu un llenguatge no despectiu i sense cap insult. Aquells comentaris que no cumplisquen amb això, seran esborrats.