Per què diem no a l'energia nuclear? Per Txernòbil, per exemple
A propòsit de la commemoració del 25é aniversari de l'accident de Txernòbil
Avui fa 25 anys que va esclatar la central nuclear de Txernòbil (feu clic a l'enllaç de la BBC i veureu algunes imatges) i ens agradaria recordar aquesta efemèride, ni que siga perquè s'ha tornat a reobrir el debat a propòsit de l'accident de Fukushima.
Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788]
Nº 78, 15 de diciembre de 2000.
PENSAR COMO UN GEÓGRAFO. UNA EXPLORACIÓN EN LA GEOGRAFÍA MODERNA
Peter Gould
Universidad del Estado de Pennsylvania
[Traducción de Alicia Capel Tatjer]
"... Cuando Chernobil explotó y la nube radioactiva depositó radionuclidos mortales en gran parte de Europa, se hizo evidente que los fragmentos de esas especializaciones en las que nos hemos visto forzados a dividir nuestro conocimiento estaban a punto de ser utilizadas para ganar conocimiento (8). Áreas como la agricultura, la antropología, la ingeniería y la física atómica, la biología, la botánica, la química, la economía, las ciencias medioambientales, la gestión del tiempo de ocio, el derecho, la limnología, la medicina, la meteorología, la ornitología, la pediatría, las ciencias políticas, la zoología, etc., fragmentos de disciplinas en las que se ha dividido nuestro mundo de conocimiento actualmente, incluyendo, por desgracia, la psiquiatría, fueron utilizados para ayudar a aquellos cuyo mundo había sido invadido de tal manera por esa explosión ocurrida en Ucrania que ya no deseaban ni existir.
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TV3 dibuixa una taca radioactiva molt especial, segons la qual el núvol contaminat no va afectar la Península Ibèrica. FONT: http://www.tv3.cat/3alacarta/videos/3489531 |
Avui fa 25 anys que va esclatar la central nuclear de Txernòbil (feu clic a l'enllaç de la BBC i veureu algunes imatges) i ens agradaria recordar aquesta efemèride, ni que siga perquè s'ha tornat a reobrir el debat a propòsit de l'accident de Fukushima.
Amb tot, i mentre preparàvem aquest article hem vist a TV3 una notícia que, si més no, sembla un poc desvirtuada. Si observeu la fotografia del principi us n'adonareu que el núvol radioactiu que es va escampar per Europa no va arribar a la Península Ibèrica, fet del tot insòlit. És possible que la televisió catalana haja copiat els MCL d'Almassora, adaptant la realitat als seus interessos (probablement burgesos i al servei del gran capital). Ja veieu que tot i que continuarem reivindicant TV3 al País Valencià, els medis catalans tampoc són germanetes de la caritat.
En tot cas, com dèiem, per a commemorar aquells fets tan lamentables, a continuació us adjuntem un fragment d'una conferència que va dictar l'any 1991 Peter Gould (geògraf, 1932-2000) i en el qual es refereix a la globalització i la interralació de territoris com a conseqüència de l'accident de Txernòbil:
Scripta Nova
Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788]
Nº 78, 15 de diciembre de 2000.
PENSAR COMO UN GEÓGRAFO. UNA EXPLORACIÓN EN LA GEOGRAFÍA MODERNA
Peter Gould
Universidad del Estado de Pennsylvania
[Traducción de Alicia Capel Tatjer]
"... Cuando Chernobil explotó y la nube radioactiva depositó radionuclidos mortales en gran parte de Europa, se hizo evidente que los fragmentos de esas especializaciones en las que nos hemos visto forzados a dividir nuestro conocimiento estaban a punto de ser utilizadas para ganar conocimiento (8). Áreas como la agricultura, la antropología, la ingeniería y la física atómica, la biología, la botánica, la química, la economía, las ciencias medioambientales, la gestión del tiempo de ocio, el derecho, la limnología, la medicina, la meteorología, la ornitología, la pediatría, las ciencias políticas, la zoología, etc., fragmentos de disciplinas en las que se ha dividido nuestro mundo de conocimiento actualmente, incluyendo, por desgracia, la psiquiatría, fueron utilizados para ayudar a aquellos cuyo mundo había sido invadido de tal manera por esa explosión ocurrida en Ucrania que ya no deseaban ni existir.
Chernobil es una historia larga y trágica, y que todavía continúa, pero es una historia que nos enseña cuán interconectado está nuestro mundo actual. Cuando Chernobil explotó, dejó unas cantidades catastróficas de radionuclidos en la atmósfera, y aunque de hecho la lluvia radioactiva se dirigió hacia buena parte de Europa occidental durante aquellos trágicos diez días, la primera nube se dirigió hacia el noroeste, cruzando el Báltico en dirección a Noruega y Suecia. En Suecia depositó una pesada capa de lluvia radioactiva, desde la costa del mar Báltico hasta los altos fiordos de la montaña central situada entre Suecia y Noruega. Este es un paisaje y un entorno salvaje y casi intocado, pero la mayoría de los pequeños lagos presentaron uno de los niveles más altos de radiactividad nunca antes visto en los organismos vivos. Es una tierra extraordinariamente bella, de un agua y un aire cristalinos, que ha sido durante mucho tiempo el hogar del pueblo Sami. Incluso Tácito escribió sobre ellos hace dos milenios con admiración y respeto. Sus vidas han cambiado mucho en los últimos veinte años, pero el centro simbólico de sus vidas sigue siendo el reno. Estos animales no se agrupan en rebaños, pero se les permite moverse y pastar libremente por los valles, valles donde hay extensos lagos que conducen a las altas montañas.
Muchos Sami vieron como su vida y su cultura se truncaban. Cuando esas partículas radiactivas irrumpieron en el delicado y difícil de reparar sistema ecológico, muchos de los radionuclidos, particularmente el cesio 134 y 137, con una media de vida de aproximadamente entre 2.4 y 28 años, se introdujeron en esa delicada "esponja de aire" que llamanos liquen, la principal comida de los renos. El cesio afectó directamente a los músculos de los renos y pronto aparecieron en el cuerpo de los pastores Sami y de sus familias. La carne de reno es la comida principal de su dieta y es altamente calórica, y se consumen fácilmente de tres a cuatro kilos por semana, ya que se realiza un trabajo duro al aire libre en un clima frío. Un año después de Chernobil, los resultados en el cuerpo de los jóvenes pastores de renos alcanzaba los 100.000 becquerels, y la línea de la gráfica mostraba una clara tendencia a subir.
La precipitación radiactiva en la atmósfera no es una "radiación secundaria", que por sí misma puede no ser inocua. La radiación es mortal precisamente porque puede afectar a la cadena alimenticia donde sus efectos pueden duplicarse fácilmente. En la costa báltica, por ejemplo, un centro de investigación biológica estudió estos devastadores efectos en el pescado. Utilizando unos aparatos extremadamente delicados era posible registrar la pulsación de la radiactividad en el agua, aunque las cantidades eran tan pequeñas que no se podía imaginar que llegaran a representar un peligro para el ser humano. Pero el zooplancton y el fitoplancton absorbieron la radioactividad, y éstos fueron comidos a su vez por pequeños moluscos, que fueron comidos por pequeños peces, que a su vez fueron comidos por peces más grandes, así que pocos meses después de Chernobil la radiactividad se había ampliado de 3 a 3000 becquerels por kilo, diez veces el nivel entonces permitido en los alimentos por el gobierno sueco.
Una segunda presencia de radiactividad tuvo lugar en Suecia central, cerca del pueblo de Gõvle, justo en el momento en que las flores primaverales asomaban su cabeza al sol. Las flores estaban siendo invadidas por las abejas que recolectaban el polen, el alimento para las larvas de las abejas. Más tarde, en verano, cuando las abejas estaban recolectando el néctar, la presencia de radiactividad en la miel alcanzó los de 3000 becquerels, otra vez diez veces más del nivel permitido para el consumo humano. Y el problema es que el cesio no desaparecerá. Ahora está en la tierra, y de esta manera cada año, cuando las flores tardías del verano nazcan, el cesio aumentará sistemáticamente a través de las plantas para dar unos resultados igual de elevados en años posteriores. Los rusos se encuentran ahora con el mismo problema, sólo que mucho peor, en decenas de miles de quilómetros cuadrados de tierras cultivables en Ucrania y Bielorrusia.
A través de la cadena montañosa en dirección a Noruega los efectos son igual de devastadores. Una gran cantidad de radiación se depositó en las montañas más altas, descendiendo a medida que se alcanzaba el nivel del mar en los bonitos paisajes de los fiordos noruegos. Pero si alguien da un paseo desde el nivel del mar hasta las montañas, entonces esta persona habrá estado transportando materia radiactiva. Todavía hoy en día, muchos granjeros de las montañas de Noruega no pueden vender sus ovejas, y lo mismo les ocurre a muchos granjeros del noroeste del Reino Unido o de Escocia, que ven como el cesio radiactivo aún sigue circulando a través de los suelos montañosos que contienen muy poco barro para detener el cesio y evitar que aumente a través de las plantas.
Chernobil fue un hecho desencadenado por los humanos, una catástrofe que afectó al entorno biológico y físico y que entonces regresó para afectar al mundo que lo había desencadenado. Noruega, un país sin ningún poder atómico, fue marcadamente abierto y claro en sus investigaciones y publicaciones sobre los efectos de la radiactividad. Pero no ocurrió lo mismo en muchos otros países. Existe una relación demostrable entre la creciente dependencia del poder atómico y la creciente manipulación y omisión de información por parte de las burocracias atómicas y los gobiernos (9). Portugal y Noruega, por ejemplo, no dependen de los poderes atómicos y yo no conozco ningún intento por parte de estos países por manipular o suprimir información. Por el contrario, Bélgica y Francia son los países que más dependen de la energía atómica en Europa, y sus gobiernos hacen lo posible por suprimir noticias sobre el efecto de la radiación en Chernobil. Como dijo el responsable de la Autoridad Eléctrica francesa: "No avisas a las ranas cuando drenas los pantanos". La Comisión Francesa sobre Energía Atómica ha sido llamada "un estado dentro de un estado" y tres científico franceses avisaron de que "la sociedad está inmersa en la ignorancia". España actuó de forma más correcta, a pesar de su considerable dependencia en el poder atómico. Hubo alguna, pero relativamente pequeña, manipulación o omisión de información, quizás porque una pequeña cantidad de la radiación de Chernobil alcanzó esta península de Europa. Sin embargo, la presencia del poder atómico en Europa es en estos momentos tan grande que casi podemos hablar de un paisaje atómico. Con certeza habrá una próxima vez y muy pocos se atreven a predecir las consecuencias que tendrá en las áreas con una densidad de población elevada.
Así pues, es tarea de los geógrafos, y de esa antigua tradición de síntesis de la geografía, unir todos esos fragmentos de la historia de Chernobil. Desgraciadamente, y a pesar de las muchas recomendaciones de los científicos que examinaron el problema en su inicio, no se han guardados datos sistemáticos sobre Chernobil en Europa Occidental. Y lo mismo ocurrió en Europa Oriental, donde se negaron todos los hechos. A finales de 1990 la Unión Soviética anunció que los archivos informáticos que contenían información epidemiológica irremplazable habían sido robados. En la etapa inicial, no hubiera resultado tan difícil crear un Sistema de Información Geográfica para guardar cada fragmento de información sobre este trágico incidente ocurrido en el espacio y en el tiempo. En términos de la tecnología disponible, el problema es bastante trivial y la creación de una base de datos puede ser resuelto actualmente por un estudiante de universidad que trabaje con Sistemas de Información Geográfica informatizados. Nunca sabremos cuáles han sido las consecuencias totales de Chernobil, quizás para gran alivio de algunos...".
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