Páginas de la vida
El 15-M, las mujeres y los pensionistas
1) El 15-M: Hacer o impulsar una huelga es siempre muy difícil. Fue un movimiento popular, a raíz de la manifestación del 15 de mayo de 2011 en Madrid. Quería expresar el hartazgo de que los políticos no hagan caso a las demandas populares. Se quería acabar con el bipartidismo PSOE-PP y con la enorme influencia que las corporaciones financieras y la banca tenían en la política de nuestros gobiernos
La gente no se
resigna a la política de tanto incompetente como nos toca sufrir. Ya está bien
de recortes, que siempre paga el de abajo: “Cuando no nos falta el vino, nos
falta la copa”.
La
revuelta del 15 de mayo generó protestas pacíficas por toda España. Todas bajo
el común denominador de la rebeldía, la indignación y la ira: No nos
representan… No hay pan para tanto chorizo. Poco a poco
llegaron las mareas:
Marea blanca, Sanidad.
Marea verde, Educación.
Marea amarilla, Cultura.
Marea violeta: exclusión social.
Marea negra, contra los recortes.
Marea roja, contra el desempleo.
2) Las mujeres y el 8 de marzo: Mi madre que es muy lista me hizo feminista - La mayor
manifestación de la última década en España.
El 8 de marzo de 1908, las trabajadoras de la fábrica textil Cotton, en
Nueva York, se declararon en huelga para protestar por las pésimas condiciones
de trabajo, cerrándose en la fábrica. El dueño cerró las puertas de la fábrica
y se prendió fuego al edificio, en un acto que causó la muerte de 129 mujeres
trabajadoras. El humo del incendio era violeta, el mismo color de las
telas que trabajaban las mujeres. Ello explica que tal color sea el
color de la enseña del movimiento feminista.
Ciento diez años después, una marea humana llenó toda España. La revolución femenina del 8 de marzo de 2018 ya es imparable. Una
catarsis femenina. Demasiado cambio para este PP descompuesto por la corrupción
y los cotidianos escándalos.
Nuestro país
ocupa el quinto lugar en el mundo para “ser mujer”; es decir, sólo en cuatro
países las mujeres están mejor que en el nuestro. Déjenme que les diga que esa
noticia describe el triste panorama que sufren las mujeres del mundo. Los
hombres hemos sido educados en el machismo, en la superioridad del varón sobre
la mujer. Cuando le decimos a nuestra pareja te he fregado los platos estamos
reconociendo que en nuestra cabeza está inculcada la idea de que fregar es
un trabajo específicamente femenino. Multitud de ejemplos de este tipo
confirmarían que hay que cambiar la educación hacia la igualdad hombre- mujer.
La
mujer tiene que estar en las instituciones legislando, para que a partir de
ahora sus reivindicaciones estén en las nuevas leyes. El mismo salario para ellas
por el mismo trabajo. Acabar con el acoso y la violencia contra las mujeres.
Etcétera. Sin ceder ni un pasito.
Hay que
subvencionar adecuadamente la maternidad. La natalidad en España es la más baja
del mundo: 1,3. Para salir de esta mala cifra hay que crear
trabajos alternativos y flexibles; crear una verdadera red de medidas para
subsanar esta escasez.
Los recortes
van contra las mujeres porque la sanidad, la enseñanza, la dependencia son
sectores muy feminizados. Queda mucho por hacer, pero se ha iniciado el camino.
Estamos hablando nada menos que de la mitad de la población.
3) Los pensionistas: Vivir contando los
céntimos. El 17 de marzo pasado se celebraron multitud de
manifestaciones en las que los jubilados pedían pensiones dignas. La mayoría de
los españoles vive en precario con empleos de miseria. Los ancianos, también.
Y, además, se ven obligados a ayudar a sus hijos en paro o con salarios
miserables. El anuncio de una ridícula subida del 0,25% en la pensión exacerbó
a los mayores. En la mayoría de los casos esa cantidad suponía entre uno y dos
euros de subida.
El gobierno no
puede seguir engañando a la gente. La pensión es una exigencia del sistema.
Haya trabajado o no, un ciudadano tiene derecho a una pensión
básica (en torno a mil euros de hoy) digna.
Se necesita una
solución integral de un Estado moderno. Los trabajadores han ido dejando parte
de su retribución en el fondo de seguridad social. Han hecho una inversión. Y,
al llegar la vejez, los responsables de los gobiernos tienen que garantizarles
la prestación. Es un derecho que no admite discusión.
Pretende el
gobierno que los que tengan unos mínimos ahorros se hagan una pensión privada.
Y dale. ¿Qué hacen los que no tienen ahorros, la gran mayoría? Además, las
pensiones privadas son un riesgo enorme porque en bolsa cada vez valen menos y
los escasos beneficios son inferiores a la inflación. Por otra parte, si quebró
Leman Brothers ¿quién garantiza que no lo hará Seguros el Pato?
No. El Estado
es quien tiene que garantizar el cobro y la calidad de las pensiones y donde no
llegue el dinero de las contribuciones de los trabajadores tiene que llegar el
dinero de impuestos o de deuda. Hace falta una reforma fiscal integral.
Porque todo el gasto
colectivo de España (Ejército, Sanidad, Educación…) se financia con impuestos
y las pensiones lo hace con las contribuciones sociales. Es una
anomalía de otro tiempo (el Pacto de Toledo, en el que llegó a haber
excedentes).
Dice Manuel
Vicent que los jubilados tienen en sus manos una papeleta de voto en forma de
hacha. Ocho millones de hachas: A la hora de votar no te vayas a olvidar.
Mariano Rajoy
dice que “no hay dinero para pagar las pensiones”. Cualquiera le puede sacar los
colores. Hay dinero para las inútiles diputaciones, para corregir los desmanes
de la banca, sostener autopistas ruinosas y para aviones o submarinos, que no
necesitamos.
Sólo por
sostener una mentira así no se merece ni un voto más.
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