Una semana de mayo
Tras
la detención de Eduardo Zaplana por la UCO, ha sido imputado el número dos del Ministro
de Hacienda, Montoro; la sentencia Gürtel (de 1700 páginas), ha condenado a
Bárcenas y al PP; dos universidades de Madrid investigan la licenciatura de
Casado; el PSOE registra en las Cortes una moción de censura contra Mariano Rajoy…
Hay que recordar que los pensionistas
continúan saliendo a la calle, reclamando pensiones más justas. Igual que los
estudiantes y los jueces. Y las mujeres
Después de la que ha caído hay demasiado
barro sucio en el suelo.
El PP está acorralado. Rajoy está
“enfadado y cansado”. Ha decidido no asistir a la final de Champions en Kiev.
El asunto le parece demasiado grave. Ha declarado que esta moción de censura debilita a España.
Nadie, fuera de España ha identificado
al gobierno del PP con España. Consideran que no es lo mismo el PP que España.
Hay quien ha hablado de moción de DECENCIA.
Es lo menos que se podía esperar tras
una condena de la Audiencia Nacional, que sostiene que la corrupción
institucional permitió inflar contratos e hinchar precios ––a costa del erario
público–– para que el Partido Popular se lucrase con una caja B de mordidas y
sobresueldos. El Tribunal, además, no le da credibilidad al Presidente y
sugiere que mintió.
El PSOE busca terminar con la etapa
del PP y sacar a relucir las contradicciones de Ciudadanos, que proclaman estar
contra la corrupción, pero apoyan una y otra vez a Rajoy. Como esta vez no ha
contado previamente con Rivera, Podemos
le apoyará en la moción.
Se podía decir que Rivera no ve corruptos, ve españoles. En
estos momentos, C’s no quiere acabar con el PP porque apenas tiene otro apoyo
que las encuestas. No es de
extrañar. Sus vacilaciones generan muchas dudas: Ha sacado a relucir la
política del miedo, su fiscalidad regresiva y el apoyo a fondos buitre. Patricia
Botín le ha advertido que el asunto catalán tiene que resolverlo y dejar de
enfrentarse a los separatistas.
No hay que enfrentar a los españoles.
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