CRITICA DE LIBROS.- Tigres de cristal, de Toni Hill
Sinopsis de la Editorial: A finales de los setenta, Víctor Yagüe y
Juanpe Zamora fueron algo más que simples compañeros de clase. Su amistad,
llena de confidencias y juegos, de alegrías y miedos, rebasó las paredes del
aula y se extendió por las conflictivas calles de la Ciudad Satélite, en
Cornellá. Hasta el 15 de diciembre de 1978, el día en que un suceso trágico
sacudió la conciencia de los vecinos. Hasta el momento en que los chicos se
vieron obligados a escoger entre la lealtad y la salvación.
Años después, ambos vuelven a
encontrarse en ese mismo escenario. Sus vidas han corrido suertes opuestas.
Juanpe es un hombre a la deriva, sin futuro y con un presente turbio; Víctor,
en cambio, puede considerarse un triunfador. Quizá por eso se siente
extrañamente en deuda con su viejo amigo y decide enfrentarse a los claroscuros
de un caso cerrado que, sin embargo, sigue envuelto de inquietantes preguntas
que nadie quiere responder.
Pero lo que Víctor y Juanpe ignoran es
que alguien, en la sombra, está escribiendo la historia de ese crimen. Un
relato revelador que, tal vez, ninguno de los dos debería leer.
La
novela se inicia en 2016 con un prólogo, en el que un anciano (que padece
alzhéimer) nos introducirá en el hallazgo del cuerpo sin vida de su hijo, hace casi
cuarenta años. El autor nos va a narrar una historia, entre sucesivas miradas a
la época actual y retornos a los años de la expansión económica y la migración.
El
relato retrocede al año 1978 y nos describe el barrio obrero de Ciudad Satélite.
Juanpe Zamora y Víctor Yagüe, son dos amigos inseparables.
Víctor es un
niño amable y leal, vive en un hogar estable y sin dificultades. Juanpe, apodado "el Moco", es un niño débil, con problemas familiares y
objeto de chanzas de los compañeros. De manera destacada, es el primordial objetivo
de "el Cromañón” (Joaquín Vázquez) un adolescente,
algunos años mayor que ellos, que disfruta acosando y aporreando a Juanpe constantemente.
Cansados de este pertinaz maltrato, Víctor y Juanpe deciden tomarse la justicia
por su mano dando un escarmiento a Vázquez.
Este
suceso marcará sus vidas para siempre.
De
nuevo en 2016 los dos amigos se vuelven a encontrar después de 37 años. Ahora,
Víctor es un triunfador, casado, con una hija, bien situado socialmente y con envidiable
posición económica. Juanpe, después de su paso por el reformatorio y la cárcel,
ha llevado una una vida marcada por los pasados años y por aquel suceso. Sobrevive
involucrado en negocios turbios.
Además
de relatarnos el reencuentro de estos dos amigos, el autor nos mostrará a
Miriam (hermana pequeña del muerto Joaquín Vázquez), que en la actualidad es
dueña de una peluquería, en el mismo local en el que sus padres regentaron una
papelería. Miriam tiene un hijo adolescente, Iago. Al ir avanzando la historia surgirán Alena (hija de inmigrantes), la gran amiga de Iago, y otros
compañeros de clase que completarán el conjunto necesario para el desarrollo de
la trama.
Tiene
lugar otro caso de bullying (en estos
años se utilizan para ello mensajes desde los móviles, pero igualmente infringe
una tortura a quien lo sufre). Vemos aquí un paralelismo entre dos situaciones
en épocas distintas: la vida de Alena se convierte en un suplicio y (al igual que
en 1978), desemboca en un trágico final.
Hasta este libro no
había leído nada de Toni Hill y me ha parecido un magnífico escritor con
personajes creíbles. La forma en que nos muestra el barrio, los bloques de
viviendas, las zozobras de sus habitantes y los disturbios laborales, es convincente
y poco habitual en la literatura actual. En los años 70 había mucha propensión
a poner motes y el autor se los aplica a sus personajes de forma magistral.
Los comportamientos de
los vecinos, en ocasiones, son de una crueldad inusitada y te dejan con una gran sensación de impotencia;
las expresiones de solidaridad, igualmente llaman la atención.
Hay varios cambios de
narrador: además del habitual, en tercera persona, hay relatos en primera (como
la del chivato Ismael López), que sirven
para dibujar mejor su psicología, ya que sólo habían sido insinuados por el
narrador omnisciente.
Lo que más me ha impactado
es el retrato certero de tiempos convulsos, en transición económica y política
a todos los niveles.
No me ha gustado: la
excesiva duración (478 páginas), injustificable. Parece el gran vicio literario
actual. Tampoco celebro la tonta proliferación de frases en inglés, sin venir a
cuento y sin sentido literario alguno.
En suma: un libro muy
recomendable de un gran escritor actual.
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