In memoriam: Andrea Camilleri
A los 93 años ha fallecido el escritor
siciliano más leído de Italia. Comenzó a escribir ya cumplidos los 53 años, habiendo
sido profesor de Arte Dramático, guionista y director teatral y televisivo.
Alcanzó el éxito lector a sus 73 años,
escribiendo más de cien obras. Ha sido fumador empedernido (más de 60
cigarrillos diarios, aunque apenas daba dos caladas y lo aplastaba en el
cenicero). El glaucoma lo había dejado ciego, por lo que, últimamente, dictaba
los escritos a su fiel secretaria. Había dicho que no temía a la muerte: Peor hubiera sido tener que dejar de fumar.
Manolo Vázquez Montalbán fue quien
primero me habló de Andrea Camilleri y me recomendó apasionadamente que leyera “La concesión del teléfono”. Es un libro
delicioso y divertido que narra el sinfín de trámites burocráticos, a los que
se enfrenta el protagonista Pippo, para que le concedan un teléfono en Vigatá (pueblo imaginario de Sicilia),
en el año 1891. Una crónica cómica, realista y amarga de la sociedad de aquella
isla. Un primoroso relato que me dejó marcado y que, en dos ocasiones, me animó
a visitar Sicilia.
Decía Montalbán que la “componenda” siciliana era un peculiar procedimiento
de acuerdo en la cultura de los sicilianos. Es una estrategia, un arreglo
incompleto o provisional, que Andrea emplearía en sus novelas. Y precisamente
Camilleri llamaría Montalbano a su
comisario, en homenaje al amigo escritor catalán.
Personalmente, he sido rendido
admirador de este asombroso escritor que acaba de dejarnos. Más que resolver casos, no siempre
criminales, lo que Andrea Camilleri hace es mostrar su sagacidad psicológica y
deductiva con una enorme exhibición cultural.
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada
Podeu fer tota mena de comentaris sempre que siguen respectuosos i empreu un llenguatge no despectiu i sense cap insult. Aquells comentaris que no cumplisquen amb això, seran esborrats.