CRÍTICA DE CINE: "El disidente"

Este documental, dirigido por el ganador del Oscar Bryan Fogel, tuvo su estreno mundial en el Festival de Sundance. El documental relata los hechos que tuvieron lugar en 2018 sobre la desaparición y asesinato del periodista de The Washington Post  Jamal Khashoggi, disidente muy crítico con la política de su país (Arabia Saudita) y la figura del príncipe heredero Mohammad Bin Salman. 

Un thriller político sobre dinero, tiranía, amor, valentía y hackeos informáticos, que ha sido aclamado por la crítica y que esclarece como Khashoggi fue ejecutado en la embajada saudí de Turquía, descuartizado con una motosierra y sacado, en bolsas de plástico, del recinto.

     El pasado 27 de febrero, con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, el gobierno de Estados Unidos desclasificó el informe de la CIA en el que se responsabiliza al príncipe heredero saudí, Mohammad Bin Salman, del asesinato de Jamal Khashoggi.

Me ha causado profunda impresión la acusación directa y las pruebas aportadas en el documental: el asesinato y descuartizamiento del crítico periodista, partió del príncipe heredero. No menos me abochorna la cara dura del impresentable Donald Trump, declarando que Arabia Saudí tiene enormes cantidades de millones de dólares invertidos en Estados Unidos y que él (el Presidente) no va a hacer nada que irrite o disguste al asesino. Uno está acostumbrado a tramas delictivas y relatos espeluznantes de serie negra, y les puedo asegurar que aquellos no presentan la desfachatez que muestran algunos dirigentes de naciones en este suceso.

     El protagonista de El disidente ­-Jamal Khashoggi- había nacido en Arabia Saudí y fue asesinado en Estambul a los 59 años. Como se cuenta en la película, no huyó de su país hasta un año antes de ser asesinado. A lo largo de su carrera, el periodista había desarrollado su labor escritora en medios de Arabia Saudí y llegó a colaborar de manera estrecha con la propia familia real saudí.

Sus informaciones, muy críticas con la monarquía saudí, eran muy mal recibidas por los líderes de aquel reino. También colaboró en medios extranjeros, en los que participaba con columnas de opinión, reportajes y diversas apariciones televisivas. Entre otros, The Washington Post, Al Jazeera o BBC. Sus trabajos, principalmente realizados durante la invasión de Afganistán (por parte de la Unión Soviética) o, más recientes, sobre la Primavera Árabe, le llevaron a ser considerado como uno de los periodistas mejor informados del mundo árabe.

       “El disidente” recopila testimonios de primera mano y documentos nunca antes vistos. Han participado, entre otros muchos: la prometida del periodista, Hatice Cengiz, o el disidente saudí Omar Abdulaziz, quien instalado en Canadá trabaja para luchar contra la desinformación del gobierno saudí en Internet. Además, "El disidente" ha contado con acceso exclusivo a los archivos y la transcripción de los documentos del servicio de inteligencia turco: Esas imágenes policiales del interior de la embajada, de la habitación en la que fue asesinado, las fotos, las entrevistas... son materiales exclusivos de esta película. No las encontrará ni en la BBC o la CNN ni en ninguna otra película sobre el asesinato de Jamal, explica el director Fogel.

En El disidente, tanto la democracia como la libertad de prensa aparecen en peligro. Muchos periodistas que trabajaron cerca del asesinado y activistas muy críticos con el régimen saudí, dan la cara con sus declaraciones contundentes. Se habla de los métodos de extorsión supuestamente utilizados, de presiones ejercidas sobre familiares, de espionaje cibernético (en este punto aparece Jeff Bezos, dueño de Amazon y del Washington Post, que no se corta un pelo) y hasta cómo Khassoggi pasó de ser un aliado a convertirse en disidente. También hay que destacar la participación de Hatice Cengiz, novia del fallecido periodista, que siempre ha luchado por aclarar los hechos. Ella cuenta cómo vivió su muerte y lo felices que fueron durante el tiempo que estuvieron juntos.

El ritmo del documental es frenético, resulta muy didáctico e incluye numerosos gráficos y declaraciones que explican las zonas más oscuras del 'caso Khassogui', incluido el espionaje ejercido sobre él y otros periodistas. Con ello, se consigue arrojar luz sobre el asesinato y, de paso, aclarar cuál es el panorama económico y político actual en Arabia Saudí… y en el mundo; porque también se valora el gran papel que juegan los gobiernos y las redes sociales con respecto a la difusión de información contraria al poder. Sean éstas ciertas o fake news.

El documental se adentra a explorar el oscuro terreno de las guerras digitales y explica de manera gráfica como manipular las redes sociales. Un trol es una persona de identidad desconocida, que publica mensajes provocadores, ofensas o mentiras con la intención de molestar o exigir una respuesta emocional negativa en los usuarios, para que estos se enfrenten entre sí.  Algo como morder el anzuelo.

 La llamada “estrategia de las moscas” (en la que al parecer Arabia Saudí es una potencia mundial), consiste en poner en marcha a ejércitos de troles que, pertrechados con hasta 20 móviles cada uno, cumplen la misión de abrirse paso en las batallas del hashtag y la difamación. Es decir, soldados encargados de difundir sin descanso la propaganda demoniaca de las fake news. Khashoggi fue, antes de víctima mortal a manos de agentes de su país, el objetivo de todo tipo de intoxicaciones y manipulaciones diseñadas para menoscabar su figura pública por su enfrentamiento al régimen y, sobre todo, al príncipe heredero.

 En ningún caso su asesinato debe leerse como una chapuza hecha a la luz internacional sino como un inequívoco aviso a navegantes y, por eso mismo, la verdad que persigue este documental resulta muy excitante. En 2019, Arabia Saudí dijo que había condenado a muerte a cinco personas y encarcelado a otros más por el 'caso Khashoggi'. Muy pocos detalles han trascendido de aquel proceso. No se sabe nada de todos ellos, ni si están presos ni en qué lugar.