CRÍTICA DE LIBROS: "Ética para inversores" de Petros Márkaris
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Petros Márkaris es el mejor exponente actual de la novela policíaca mediterránea, junto al italiano recientemente fallecido Andrea Camilleri. Los libros de ambos destacan más por los pormenores de las respectivas familias que por propia resolución de los crímenes. Siempre he tenido debilidad por este autor, a quien conocí en una Semana Negra de Barcelona.
Ética para inversores se desarrolla en la Atenas de 2019, y comienza con una manifestación en la que los asistentes portan un féretro con la inscripción “Aquí yace la izquierda”.
Poco después, aparece asesinado un empresario saudí. Le sigue la muerte de otro financiero chino y una tercera víctima, un periodista que había escrito condenando los anteriores crímenes; todos estos homicidios tienen un nexo común: sendas cuchilladas.
Toda la policía ateniense inicia las intrincadas pesquisas, que se van enredando entre las vicisitudes familiares de los protagonistas.
La novela está narrada en primera persona y esta vez lo hacen dos narradores: Uno, Kostas Jaritos, el comisario de policía que trabaja en el Departamento de Homicidios de Atenas. De mediana edad, Jaritos ha vivido ya muchos episodios de la historia de Grecia, y ha acabado por aceptar con resignación su pasado de joven policía durante la Junta Militar de los Coroneles; de hecho, lo mejor que le ha quedado de aquella época es su buen amigo Lambros Zisis, comunista que sufrió tortura y cárcel.
Jaritos está casado con Adrianí, una mujer tradicional de fuerte carácter que no le ahorra discusiones ni peleas, pero excelente cocinera; a Kostas no le importa comer de vez en cuando comida alta en colesterol y no muy saludable, como los suvlakis. Tienen una hija, Katerina. Y un nieto, el bebé Lambros.
El otro narrador es Lambros Zisis, que nos irá desgranando su punto de vista como organizador de las sucesivas manifestaciones de los pobres en Atenas.
Ambos narradores son los abuelos del crío Lambros, el juguetito que los tiene encandilados.
La trama se desarrolla en el habitual tono amable ––que su autor ha impreso a toda la serie Jaritos–– lejos de los intríngulis absurdos, paranoicos y hasta estrafalarios de tanta “novela negra” que nos aflige. Petros Márkaris ya cuenta 84 años y ha escrito quince novelas de la saga Jaritos. En todas ellas ha dejado patente su feroz crítica a la burocracia, al tráfico o la corrupción griegas, mostrando siempre su activismo social.
Efectivamente, Márkaris denuncia que la pobreza actual es seriamente preocupante. Va en aumento. La alta tecnología realiza trabajos que antes hacían los humanos. Por otro lado, la gente compra por internet y las tiendas van desapareciendo paulatinamente. Los trabajadores jóvenes se ven obligados a aceptar trabajos de doce horas, remunerados por la tercera parte de salario que los cincuentones…
“Hemos pasado la Internacional Comunista, la Cuarta Internacional, El Proletariado Internacional, el Capitalismo Internacional y ahora sufrimos La Internacional de los Pobres”, dice Lambros Zisis.
Una novela entretenida, en la que los personajes que la sostienen son gente que se esfuerza por llevarse bien, que se hace entender y que tiene muy claro cuál es el enemigo (que no son los emigrantes ni los señalados por Amanecer Dorado, su pesadilla de extrema derecha).
Se la recomiendo, como las otras quince de la Saga.
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