CRÍTICA DE LIBROS.- Trilogía americana, de Philip Roth: “Pastoral americana”. “Me casé con un comunista”. “La mancha humana” (Total:1.216 Páginas)

Sinopsis de la Editorial Galaxia Gutenberg:

Este colosal volumen reúne por primera vez en castellano las tres novelas que componen la “Trilogía americana” de Philip Roth: Pastoral americana (año 1997), Me casé con un comunista (1998) y La mancha humana (2000). Las tres tienen un mismo protagonista, Nathan Zuckerman, quizá el personaje central de la novelística de Roth, alter ego del escrito o «alter mente», como él mismo lo llama. A través de sus ojos, se reflejan tres momentos de la realidad americana posterior a la Segunda Guerra Mundial, las décadas de los sesenta, los cincuenta y los noventa, respectivamente.

En Pastoral americana (471 págs.), Zuckerman cuenta la historia de Swede Levov, encarnación del sueño americano: atleta legendario en sus años de estudiante, casado con una antigua Miss Nueva Jersey y heredero de la fábrica de su padre. Hasta que un día de 1968, la América idílica por la que luchó se le hunde.

Me casé con un comunista (347 págs.) es la historia de Iron Rinn, hombre hecho a sí mismo, que de trabajador en una mina llega a ser un famoso actor radiofónico. Soldado en la Segunda Guerra Mundial, defensor de los derechos oprimidos, acaba en la lista negra y sin empleo denunciado por su mujer durante los furiosos años del macartismo.

Finalmente, La mancha humana (389 págs.) muestra cómo Coleman Silk, decano de universidad, ve su reputación y su carrera arruinadas por el fanatismo de la corrección política, cuando moralidades en conflicto y divisiones ideológicas desatan una nueva caza de brujas, en la cual la inocencia no es siempre excusa suficiente.

* * *

 Philip Roth ganó los cuatro premios literarios más importantes de los Estados Unidos. Murió en el año 2018, sin el Premio Nobel. Tuvo una creatividad asombrosa y, técnicamente, ha visto la vida desde un punto de “realismo” (como Henry Miller, Tom Wolfe, Norman Mailer, Thomas Wolfe…).

Pastoral americana.-  Esta novela gira en torno al personaje “El Sueco”, estrella del fútbol americano querido por sus compañeros, admirado por el vecindario, adorado por los jóvenes. Bello, simpático, rico, con hijos hermosos, heredero de un acreditado fabricante de guantes; un buen chico que va a ir notando las heridas que Vietnam deja en la juventud americana: acciones terroristas, Ángela Davis, Malcolm X, Marcuse, rebelión en las aulas, deserciones en el ejército…

Poco a poco el autor nos va desgranando la conmoción del país, las revueltas estudiantiles y obreras. Nada es lo que parecía. Una hija de El Sueco se hace terrorista. Nadie había previsto un futuro así. Siguió el fingimiento, como si todo lo que estaba pasando no hubiera sido nada. ¡La américa de la locura homicida! El Paraíso perdido. El proceso Watergate.

 Me casé con un comunista.- Dijo un escritor de la época: En la sociedad humana el pensar es la mayor transgresión de todas. Y añadía: El pensamiento crítico es la subversión definitiva. El título de esta novela de Roth se refiere a que se consideraba comunista a todo el que no siguiera las pautas del gobierno.

El Comité de Actividades Antiamericanas preguntaba si habías sido ahora o alguna vez comunista. Si te negabas a responder ––alegando que a ellos no les concierne tus creencias políticas––, estabas sentenciado. El Comité quería ‘ayudar al país’ y había que colaborar en esa campaña denunciando a cualquier sospechoso. Tan grande era la perturbación que, en una protesta, un policía declaró públicamente: “Si hubiera sabido que eran rojos, habría encerrado a todos los mil que acudieron”. ¡Ah, el estilo de vida americano!

En 1968, Richard Nixon grababa en cintas todas las animaladas que se le ocurrían. Lo cual describe el talante del energúmeno que entonces presidía Estados Unidos. Nadie hablaba del racismo (más de 5.000 negros habían sido linchados sin que existiera una sola condena para los responsables) ni de las desigualdades. No. ¡El problema eran los comunistas!

 La guerra de Corea. Se decía que tropas comunistas de Corea del Norte embarcarán para recorrer 9.000 kilómetros e invadir Estados Unidos. Eso se comentaba a la gente: Hay que tener cuidado con la amenaza comunista. Van a invadirnos.

La mancha humana.- El terrorismo había sucedido al comunismo como la amenaza predominante para la seguridad de Norteamérica. Pero, además, vendría otra pasión generalizada: la mojigatería, el espíritu persecutorio.

El escritor Philip Roth cuenta en esta novela el extraño caso de un profesor de literatura, decano de la Universidad. Transcurridos seis meses de su curso y, harto de que uno de sus alumnos no hubiera acudido a ninguna de todas las clases impartidas, se permitió preguntar retóricamente a los estudiantes asistentes si sabían algo del desconocido alumno o “es que se había evaporado en el negro humo”. Resultó que el pajarito aquél era una persona de color. Se montó la de dios: de nada valieron las argumentaciones de que el profesor no tenía ni la más remota idea de quién podía ser el sujeto ofendido ni del color de su piel, ni la existencia de motivaciones racistas. El decano fue despedido y su esposa murió repentinamente, víctima del escándalo. Otra caza de brujas de aspecto no menos horripilante: la del lenguaje políticamente correcto.

Todo esto dentro de un sistema judicial que te trata mejor si eres rico y culpable que si eres pobre e inocente.

Bill Clinton y su bochornoso asunto con la becaria Mónica Lewinski. La gazmoñería social de la prensa amarilla y la del inculto ciudadano medio americano.

 Otro asunto. En la Universidad se quería eliminar al autor griego Eurípides porque consideraban “degradante para las mujeres” las obras “Hipólito” y “Alcestes”; es decir, desde la perspectiva feminista. Este era el lamentable nivel de la generación. Los profesores de literatura griega denunciaban el caso: “pretender esa perspectiva feminista sobre Eurípides es una pura y simple tontería”.

Una población, la norteamericana, que confundía chinos y vietnamitas. Se escuchó este razonamiento de una autoridad:

–¡Me tiene sin cuidado que sean chinos o vietnamitas! ¡Son amarillos! ¡Un amarillo es un amarillo!

Sin comentario.

La mancha humana, el rastro que dejamos, nuestra huella. Los problemas de las personas.

Y de nuevo, la sombra de Vietnam.

Son tres novelas imprescindibles para estar informado de la historia reciente de Estados Unidos. A pesar de su extensión, se las recomiendo sinceramente.

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