CRÍTICA DE LIBROS: “Algo personal” de Alfons Cervera - 300 págs.

Sinopsis de Piel de Zapa: Si existe una escritura de la memoria, la de Alfons Cervera desde luego que lo es. Desde hace muchos libros, cuenta la historia de los sitios pequeños y de las pequeñas gentes que los habitaron. Con una parte importante de esas historias construyó un auténtico y personal libro de familia. Ahora se pide la vez para cerrar ese tiempo de memoria íntima que siempre será, por mucho empeño que pongamos en lo contrario, un tiempo a medias verdad y a medias inventado. Más que los libros que hemos escrito, somos los libros que leímos mientras íbamos viviendo dentro y fuera de la literatura. Este libro va de eso, de lo que leía un adolescente en cuya casa familiar nunca los hubo, de los libros que le prestaban, de los que compraba en los mercadillos, de los que fueron llenando poco a poco su curiosidad lectora gracias a la colección Reno y al Círculo de Lectores. Y, sobre todo, a aquellas novelas del Oeste, Ciencia-Ficción y FBI que fueron sus primeras lecturas y nunca ha abandonado.

 Son estas páginas, pues, una especie de cartografía sentimental en que para señalar cómo ir de un sitio a otro sólo hay libros, y los nombres de quienes los escribieron. La mayoría de esos libros y de esos nombres permanecen hoy, lamentablemente, en el más injusto de los olvidos. Sobre el mundo literario del autor de 'Algo personal', escribe en la revista 'Ínsula' el profesor y crítico literario Ángel Basanta: “La autenticidad y el interés literario de un novelista bien pueden medirse por la creación de un universo narrativo personal, un territorio literario propio en el que desarrollarlo y un estilo inconfundible que lo identifica en todos sus libros. De muy pocos escritores españoles actuales pueden predicarse dichas características con tanta propiedad como de Alfons Cervera”.

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“Soñar era de las pocas cosas que no estaban prohibidas en el franquismo. El tiempo estaba de nuestra parte.”

Desde hace muchos años sigo la trayectoria literaria de Alfons Cervera a través de un amigo común, el entrañable Álvaro García (poeta, autodidacta, librero emérito...) Me llamó hace unos días: “Agustín, tienes que leer ‘Algo personal’, de Alfons” (un sabio).

De manera estupenda Alfons Cervera te cuenta lo que él siente al leer, aunque te llene de incertidumbre. Hay libros que no abandonamos nunca y ellos tampoco nos abandonan a nosotros. Advierte Cervera que nunca ha dejado de leer sus viejas novelas de quiosco y que aborrece (seguramente tanto como un servidor de ustedes) esas baratijas literarias que nos quieren endosar las editoriales, y a las que Alfons no dedica ni un minuto de su precioso tiempo de lecturas.

Se declara fiel lector de Juan Marsé, con el que inicia los 50 libros y autores que ocupan este libro. Habla de la importancia que tuvo para él la lectura de Últimas tardes con Teresa. Le dedica rendida admiración a Ronda del Guinardó (“Era un domingo como sólo los hay en los recuerdos de nuestra infancia”) y a las viejas novelas del oeste escritas por Silver Kane, Edwar Goodman y otros muchos seudónimos de veloces autores de nuestro país. Cuenta Alfons Cervera que, estando en la librería Negra y Criminal (de Montse y Paco Camarasa), elogió aquellas novelitas de bolsillo de su adolescencia. En aquel acto, el escritor de novela negra Francisco González Ledesma le agradeció aquellos elogios dedicándole una de sus novelas del oeste.” Me llamo Silver Kane”, fue su presentación.

“Los enanos”, de Concha Alós, la buenísima escritora que describe magistralmente a las gentes que viven en una pensión de mierda:” somos ratas que no pueden escapar de la negra cloaca para mirar la luz”. Una mujer muy castigada por la censura franquista, por demasiado violenta, demasiado procaz en su lenguaje. “Somos enanos rodeados de enanos y los gigantes se esconden para reírse”. El gigante es el mundo.

Ignacio Aldecoa, uno de los mejores escritores que ha dado este país de medianías. Seguramente el que mejor escribía los cuentos, el tiempo de los vencidos y de los perdedores. Tristes, como el mundo de la derrota. Al marchar a la siega / entran rencores / trabajar para ricos / seguir de pobres.

Jean-Claude Izzo. Los libros que descubres por casualidad son, muchas veces o siempre, los que se vuelven más necesarios. Alfons descubrió a este autor, periodista, militante del Partido Comunista francés, de padre camarero italiano y madre costurera española. En sus tres soberbias novelas negras (Total Kheops, Chourmo, Soleá) no hay ninguna esperanza para el protagonista Fabio Montale –– un policía antifascista como el mismo Izzo–– y sus recuerdos llenos de amargura. Los auténticos ladrones nunca habían tenido que dar un tirón para poder cenar. De ahí la palabra del título: Chourmo. O sea, chusma, la juventud que no tiene ninguna oportunidad. Inmenso, irrepetible Izzo.

Un poco más allá del mar hay una tierra sincera,

Como los ojos de tu hijo cuando ríe.

Manolo Vázquez Montalbán. Es de los tipos más lúcidos que ha dado este país, por otra parte, no demasiado acostumbrado a la lucidez ni a nada que se le parezca.

Alfons Cervera ensalza la poesía del prolífico autor catalán:

Tal vez un grito literario puso nombre

Al instante en que fui feliz

A la sombra

Siempre a la sombra

De las muchachas sin flor.

Tiempos nuevos para la nueva poesía. Ya estaba bien de hablar de una realidad que se quedaba vieja, que le dejaba a este país la cara triste de las historias tristes.

 

Patricia Higsmith. “Leyendo a esta escritora, se tiene la impresión de que cuando su criminal mata, su manera de matar fuera la misma que cuando nosotros matamos esa mosca que perturba nuestra lectura con la paleta que tenemos más a mano”. En todas sus novelas, el criminal es cualquiera de nosotros. Es una lectura turbadora, una autora casi única en el panorama de la literatura universal de todos los tiempos.

Ramón Lobo. “Todos náufragos”: En este país queda un franquismo cultural, sociológico y político que no hemos superado tras cuarenta años de democracia. Es un país construido sobre un doble silencio, el de los muertos y el de los vivos.

Monique Lange. Los libros son el camino que lleva a todas partes.

Max Aub. Su libro más importante, “La gallina ciega” (obra maestra del cabreo), nace de la triste presencia de su vuelta a España, después de años de exilio en México. Max Aub dijo que se encontró con que los españoles no tenían libertad, pero les importaba un pito no tenerla. Uno de nuestros grandes escritores más injustamente marginados. ¡Qué poco se le ha leído y qué poco se le sigue leyendo! Dice Alfons que en España el cuarenta y cinco por ciento del personal no ha leído nunca un libro. Pero la pregunta más desoladora no es por qué lee tan poca gente sino por qué, la gente que lee, lee lo que lee.

Antonio Ferres. Uno de los escritores más emblemáticos del realismo social. “La piqueta” es la crónica de un desahucio. Escrita en 1958 es adivinatoria, como las grandes novelas. Cuentan lo que pasa cuando se escriben y resulta que eso es lo que estará pasando muchos años después. Estos escritores defendían una idea muy clara: si la literatura no se implica en lo que pasa en la sociedad, para qué sirve. Para poco. O para nada.

Alfons Cervera, lejos de las imposiciones del mercado de la literatura, ha escrito estas páginas para rescatar del olvido sus lecturas y preferencias. Les aconsejo que compren este libro tan ameno, atiendan las amigables sugerencias de Alfons y disfruten de sus anécdotas, de su asombrosa imaginación, de sus viajes y de sus gustos que, casi siempre, difieren poco de los nuestros. “Algo personal” les hará pensar en los millones de seres anónimos que cada día tiemblan de miedo, que se sienten fatigados, pero no desertan de su puesto.

¡¡No se lo pierdan!!