Cuatro botarates
Miguel
Bosé, cantante. “La
vacuna contra la covid-19 incrustará a la humanidad microchips para controlarla”.
Todos y todas seríamos borregos de Bill Gates. Y añadió: “Pedro Sánchez es cómplice de un plan macabro y supremacista” …
Pero ¿qué coño le han dado al hijo de
Miguel Dominguín y Lucía Bosé? ¡Jesusito de mi vida!
Jorge
Fernández Díaz,
ex ministro de Interior. Ha declarado que el Papa emérito Benedicto XVI, le dijo:
“El diablo está detrás del movimiento
independentista catalán. Mire: el diablo quiere destruir España”.
Ya decía yo que no estaba claro quién
impulsaba a Puigdemont y compañía. ¡Vaya, vaya, cómo se las gastan!
Este hombre (que ya nos confesó que
tenía un ángel de la guarda que se llamaba Marcelo y que le ayudaba a
aparcar el coche) me confirma el ínfimo nivel de razonamiento intelectual de
algunos políticos de la derecha extrema.
Antonio
Cañizares,
cardenal de Valencia. En su homilía de Corpus Christi, dijo que rechazaba la vacuna contra el coronavirus esgrimiendo
el bulo de que se está realizando con
células de fetos abortados. Lo de este hombre ya está superando a H.P.Lovecraft, maestro del terror. ¡Qué perra tiene! Hace ya tiempo que
una se apartó voluntariamente de las ocurrencias de la Conferencia Episcopal,
pero me preocupa que las estupideces de este alborotador no sonrojen a sus
acólitos. En otros tiempos los príncipes de la Iglesia eran humanistas y sus
homilías e interpretaciones de la Sagradas Escrituras eran como una sombra de
la Palabra de Dios. La bajeza científica del personaje y el escaso juicio que
haya podido emplear para realizar tales aseveraciones, da mucho que pensar.
¿Qué quieren que les diga?
Arturo
Pérez-Reverte,
periodista y escritor. A diario, intenta sorprendernos con su ingenio en las redes; porque a este
fulano le gusta demasiado estar en el candelero. Continuamente tenemos que leer
que está encolerizado o muy indignado por esto o por lo otro;
casi siempre, por banalidades. Tiene carencia de lo que la gente común
entiende por sentido del humor. Pero jeta tiene para dar y vender. Sobre todo, vender; parece un comercial que solo buscara darse publicidad.
A este zascandil, al que tenemos en la
Real Academia desde el año 2003, se le ha calentado la boca al reprochar a una
autoridad sanitaria el uso incorrecto de un verbo: “Dice que va a interlocutar y he chirriado
tanto los dientes que me ha saltado un empaste”. Se necesita ser muy cenutrio
para meter la pata de esta manera. Arturo Alatriste no tuvo en cuenta que no
se puede usar chirriar como verbo
transitivo. No señor, usted no
puede chirriar los dientes. Lo correcto sería: me chirriaron los dientes.
Bueno, cabe preguntarse qué hace semejante zoquete en la R.A.E.
y quién
lo puso.
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